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Nursery School

Berriozar, Navarre, 2012

Open Competition, First Prize
UN Student Award 2013, Selected
COAVN Award 2013, First Prize
FAD Award 2013, Architecture, Finalist
XII BEAU Award 2013, Selected
Chicago Athenaeum Award 2014

We strongly believe in the pedagogical value of architecture and, in the case of a nursery school, its actual capacity to create opportunities that help children to develop suggestive, attractive and safely this stage of their life.

The nursery school in Berriozar is established according to a model inherited from the Italian municipal schools of Reggio Emilia, where childcare facilities are primarily organized around a main ‘square’ that serves as interaction and meeting point and as a space meant for the common activities of the school. Given the distinctive longitudinal proportion of the plot, the square had to be placed in a central position along with two separate courtyards at the ends. Thus, the classrooms and facilities moved into an intermediate position, directly connected to both the central square —illuminated and understood as an outer space— and the playgrounds, treated as an extension of the physical and visual interior spaces.

This plant layout forces to act on the deck in order to naturally illuminate and ventilate all rooms. The powerful geometry of these skylights, that arise depending on the activity that takes place on the ground, becomes one of the hallmarks of the project. The construction is arranged from a modulated structure of reinforced concrete that qualifies and defines both the inner space and the way in which light falls on it. A colorful lattice wraps the building and its playgrounds, clarifying and enriching the relationship between the street and the interior spaces.

Given this external chromatic display linked to childlike and playful character of the building, the interior offers a serene and neutral atmosphere thanks to the generous overhead homogeneous and natural lighting. The dual scale and play are, finally, the two fundamental tools used to define the interior space and the equipment. The inescapable playful condition of the spaces complements with the dimensional control in relation to the different sizes of children and caregivers and the different objectives pursued: for kids, premises adapted to the activities an the size of the groups and, for caregivers, high permeability and transparency to facilitate visual control of children.

Architects:
Iñigo Beguiristáin, Iñaki Bergera, Javier Larraz

Consultants:
Atec (Quantity Surveyors), Fernando Sarría (Structure), Naven (System)

Builder:
HNV Harinsa Navasfalt

Photography:
Iñaki Bergera

Escuela infantil

Berriozar, Navarra, 2012

Concurso abierto, Primer premio
Premio Estudiantes UN 2013, Seleccionado
Premio COAVN 2013, Arquitectura, Primer premio
Premio FAD 2013, Arquitectura, Finalista
Premio BEAU XII 2013, Seleccionado
Premio Chicago Athenaeum 2014

Defendemos firmemente el valor pedagógico de la arquitectura y, en el caso concreto de una escuela infantil, su capacidad real para generar espacios que ayuden a los niños a desarrollar de manera sugerente, atractiva y segura esta etapa de su vida.

La escuela infantil de Berriozar se desarrolla según un modelo heredado de las escuelas municipales italianas de Reggio Emilia, en el que las estancias infantiles se articulan principalmente en torno a una ‘plaza’ central que sirve como lugar de encuentro e interacción y como espacio para el desarrollo de las actividades comunes de la escuela. Teniendo en cuenta la proporción marcadamente longitudinal de la parcela, hubo que situar la plaza en una posición central y disponer de sendos patios en los extremos. De este modo, las aulas y sus dependencias anexas pasan a ocupar una posición intermedia, directamente conectadas tanto con la plaza central —iluminada y entendida como un espacio exterior— como con los patios de juegos, tratados como una prolongación física y visual de los espacios interiores.

Esta distribución de la planta obligaba a intervenir en la cubierta para iluminar y ventilar naturalmente todas las estancias. La potente geometría de estos lucernarios, que surgen en función de la actividad que se desarrolla en planta, se convierte en una de las señas de identidad del proyecto. Su ingeniosa sección permite repartir eficientemente los pesos, de modo que con un espesor de 20 centímetros se alcanzan luces de hasta 12 metros. La construcción se organiza a partir de una modulada estructura de hormigón armado que cualifica y define tanto el espacio interior como la forma en la que la luz incide en el mismo. Una celosía de color envuelve exteriormente el edificio y los patios de juego, matizando y enriqueciendo la relación entre la calle y los espacios interiores.

Frente a este despliegue cromático exterior vinculado al carácter infantil y lúdico del edificio, así como a los vistosos colores de las ropas y juguetes de los usuarios, el interior ofrece una atmósfera serena y neutra gracias a la homogénea y generosa iluminación cenital natural. La doble escala y el juego son, finalmente, las dos herramientas fundamentales empleadas para definir el espacio interior y su equipamiento. La ineludible condición lúdica de los espacios se complementa con su control dimensional en relación al distinto tamaño de niños y cuidadores y a los diferentes objetivos que se persiguen: para los niños, recintos proporcionados a las actividades y la dimensión de los grupos y, para los cuidadores, máxima permeabilidad y transparencia que faciliten el control visual de los pequeños.

Arquitectos:
Iñigo Beguiristáin, Iñaki Bergera, Javier Larraz

Consultores:
Atec (Arquitectos técnicos), Fernando Sarría (Estructura),
Naven (Instalaciones)

Constructor:
HNV Harinsa Navasfalt

Fotografía:
Iñaki Bergera

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